El Lavado de Manos es considerado la práctica más importante para reducir la transmisión de
      agentes infecciosos en las áreas de atención de la salud y es un componente imprescindible de
      las Precauciones Estándar en la atención de los pacientes.
      Los microorganismos patógenos son transportados por las manos del personal desde pacientes
      colonizados/infectados (o desde objetos contaminados).
      La Organización Mundial de la Salud recomienda el uso de soluciones de base alcohólica para la
      Higiene de manos.